lunes, 19 de mayo de 2014

Y brillaban las estrellas.

Y brillaban las estrellas,
y olía la tierra,
chirriaba la puerta del huerto
y unos pasos rozaban la arena...

Entraba ella, fragante,
caía entre mis brazos...

¡Oh, dulces besos! ¡Oh, lánguidas caricias!
¡Mientras yo, tembloroso,
sus bellas formas liberaba de los velos!

Se desvaneció para siempre mi sueño de amor.

El tiempo ha huido. 

¡Y muero desesperado!

¡Y nunca he amado tanto la vida!

¡¡Tanto la vida!!

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